//Lleno absoluto en el salón de actos del ICAVA en el curso organizado por el Observatorio Legal que en su segunda jornada protagonizan los jueces//
El decano del Colegio de Abogados de Valladolid, Jesús Verdugo, y el catedrático de Derecho Penal de la Universidad vallisoletana, Ángel Sanz, se mostraron críticos con la última reforma del Código Penal 1/2015 en la primera jornada del Curso sobre esta modificación legislativa organizado por el Observatorio Legal del ICAVA, que congregó a cerca de doscientas personas en el salón de actos de la calle Torrecilla.
El decano vallisoletano, Jesús Verdugo, puso en entredicho la figura de la prisión permanente revisable, puesto que, en su opinión, «es una pena desproporcionada cuando el Código Penal ya prevé para delitos gravísimos o que causen alarma social, como los casos de terrorismo, los 40 años de cárcel». A su juicio, «si esa pena puede aún prolongarse más, estamos echando por tierra el objetivo de la reinserción que reconoce nuestra Constitución».
Verdugo considera, además, que esta reforma del Código Penal demuestra que «se legisla a la carta» cuando recoge nuevos delitos como el robo de cobre, por ejemplo, puesto que, existiendo ya el delito de robo, señala, el que se trate de ese tipo de robo debería sólo ser considerado un agravante, y no entenderse como un delito distinto.
El decano vallisoletano se mostró contrario, además, al refuerzo en la punición que entiende subyace en el espíritu de la reforma, a su juicio «indeseable, justificado en la corrupción política, que, en cambio, sólo se usa como excusa o estandarte».
También disconforme con esta modificación se confesó el catedrático de Penal de la UVA, Ángel Sanz, y en concreto con el nuevo sistema de sanciones. En su opinión, una reforma de este alcance no se justificaba desde el punto de vista de política legislativa, como ya advirtió en su día el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado, porque «no había necesidad más que las de trasponer alguna directiva europea en materias muy concretas».
Sanz calificó la reforma de «técnicamente defectuosa» y movida por objetivos políticos. «Es el sino del Código Penal, que vende mucho», señaló, y llamó la atención sobre el hecho de que en los últimos 20 años se han producido una treintena de cambios, de modo que «salimos a reforma y media por año» de un texto que «debería ser prácticamente intocable o al menos tener cierta estabilidad y permanencia en el tiempo».
El catedrático de Penal presume que «quizás haya marcha atrás» en algunos aspectos polémicos como la prisión permanente revisable, pero no es optimista en el resto, puesto que «las políticas criminales rigoristas y represivas dan votos», como ya sucedió con la reforma del máximo de cumplimiento de pena, que se incrementó de treinta a cuarenta años y, a pesar de que se anunció que se derogaría esa ampliación, hoy en día permanece.
Las jornadas organizadas por el Observatorio Legal, que se extenderán hasta el jueves, 28, contarán con la participación de ocho expertos en materia Penal de la provincia, entre los que figuran letrados, magistrados y profesores universitarios.