Historia de Cacyl

El Consejo de la Abogacía de Castilla y León comenzó su andadura en febrero de 1992 con un encuentro en León de los nueve decanos de las provincias de la Comunidad y se renovó formalmente en 2006, con la integración de seis nuevos consejeros tras la reforma de sus estatutos.

El CACYL tiene entre sus objetivos principales aglutinar y dar cohesión interna a los nueve colegios de abogados de Castilla y León, donde prima la solidaridad entre todos ellos. Otra de sus tareas es proveer de formación a los abogados de la región, atendiendo a temáticas de distintos órdenes jurisdiccionales y de interés profesional, como la deontología, la familia, los consumidores, la violencia de género, los derechos de competencia o la mediación, entre otros.

En aras de la defensa de la abogacía, el CACYL mantiene fluidas relaciones con las instituciones autonómicas mediante convenios, como el de violencia o de agresiones sexuales a menores, siempre atendiendo a las demandas de la sociedad. Como no podía ser de otra forma, también mantiene encuentros con la judicatura a través de la comisión mixta constituida con el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Además, el Consejo vela por el cumplimiento de las normas deontológicas y éticas y defender el prestigio de la profesión. 

El pleno del CACYL está formado por el presidente, dos vicepresidentes, el tesorero, el secretario, la administrativa y 12 consejeros, entre los que se encuentran los decanos de los nueve colegios de abogados de la Comunidad. A su vez, existe una Comisión Permanente formada por el presidente, los
vicepresidentes, el tesorero y el secretario.

La presidencia del Consejo fue en un principio rotatoria entre los decanos de los nueve Colegios de Castilla y León, siendo el primero de ellos en ocupar el puesto Mariano Vaquero García. A partir de 2006, el presidente es elegido de común acuerdo entre los miembros. Desde marzo de 2017, Julio Sanz Orejudo es quien ostenta la presidencia del CACYL.