El presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, Fernando Rodríguez Santocildes, asistió este viernes a la celebración de la fiesta del Colegio de Abogados de Palencia, donde tuvo lugar un emotivo acto que contó con la imposición de insignias a los compañeros que cumplían 25 y 40 años de colegiación, así como la entrega de un reconocimiento a distintos letrados del turno de oficio.

El acto solemne, que se celebró en el Salón de Actos del Palacio de la Diputación Provincial de Palencia y que estuvo capitaneado por su decano Miguel Hermosa, contó con la presencia de un numeroso grupo de consejeros del CACYL, así como distintas personalidades de la vida judicial y social de Palencia.

Reconocimientos

Jesús Lorenzo Puertas, José Eugenio Rodríguez y Montserrat Bertrán, recibieron insignias por sus 40 años como colegiados, así como Trinidad Infante, quien no pudo asistir. Además, Ramón Polvorosa también fue destacado por sus 25 años en el Colegio, mientras que los abogados del turno de oficio, Helena Fernández Cembrero y Santiago González Recio, fueron reconocidos por su labor.

«Sois faro y raíz», consideró Fernando Rodríguez Santocildes a los abogados que han recibido insignias, y a quienes deseó se conviertan en «el espejo donde han de mirarse las generaciones nuevas».

“’Lo traigo andado’, escribió el poeta palentino Marcelino García Velasco. Y esa breve sentencia, luminosa en su sobriedad, bien podría ser la voz de quienes hoy recibís homenaje. Lo traéis andado. Andado el camino de la profesión, de los días largos, del estudio silencioso, del juicio tenso, del cliente que espera, de la palabra medida, de la noche sin sueño. Lo traéis andado con la dignidad de quienes no se doblegan ante la dificultad, con la entereza de quienes creen que la justicia no es solo una institución, sino una esperanza cotidiana», aseguró el presidente del CACYL a quienes recibieron las insignias.

También destacó la labor del Turno de Oficio, al que calificó como «trinchera de la igualdad». «Una expresión concreta del derecho a la dignidad. Un acto diario de generosidad, tantas veces en condiciones que rozan lo injusto. Reivindicar una Ley de Justicia Gratuita digna no es solo pedir justicia para quienes ejercen; es defender el derecho de todos a ser defendidos», aseveró.